Mateo 15

Evangelio de Mateo 15:15 en un trozo de Uncial 0237, del siglo VI; contiene la variante de parábola.

Mateo 15 es el decimoquinto capítulo del Evangelio de Mateo de la sección Nuevo Testamento de la Biblia cristiana. Concluye la narración sobre el Ministerio de Jesús en Galilea y puede dividirse en las siguientes subsecciones:[1]​.

Texto

El texto original fue escrito en griego koiné. Este capítulo está dividido en 39 versículos.

Testigos textuales

Algunos manuscritos antiguos que contienen el texto de este capítulo son:

  • Codex Vaticanus (325-350)
  • Codex Sinaiticus (330-360)
  • Codex Bezae (~400)
  • Codex Washingtonianus (~400)
  • Codex Ephraemi Rescriptus (~450)
  • Codex Purpureus Rossanensis (siglo VI)
  • Codex Petropolitanus Purpureus (siglo VI; existen los versículos 14-31)
  • Codex Sinopensis (siglo VI; se conservan los versículos 11-39)
  • Uncial 0237 (siglo VI; existen los versículos 12-15,17-19)

Texto bíblico

Mateo 15

1Por entonces unos fariseos y escribas de Jerusalén se acercaron a Jesús y le dijeron:
2—¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de nuestros mayores? Pues, cuando comen pan, no se lavan las manos.
3Él les respondió: —¿Y por qué vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?
4Porque Dios dijo: Honra a tu padre y a tu madre. Y el que maldiga a su padre o a su madre, que sea castigado con la muerte.
5Vosotros, en cambio, decís que si alguien le dice a su padre o a su madre: «Que sea declarada ofrenda cualquier cosa que pudieras recibir de mí»,
6ése ya no tiene obligación de honrar a su padre. Así habéis anulado la palabra de Dios por vuestra tradición.
7Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías cuando dijo:
8Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy lejos de mí.
9Inútilmente me dan culto, mientras enseñan doctrinas que son preceptos humanos.
10Y después de llamar a la multitud les dijo: —Escuchad y entendedlo bien.
11Lo que entra por la boca no hace impuro al hombre, sino lo que sale de la boca: eso sí hace impuro al hombre.
12Entonces se acercaron los discípulos a decirle: —¿Sabes que los fariseos se han escandalizado al oír tus palabras?
13Pero él les respondió: —Toda planta que no plantó mi Padre celestial será arrancada.
14Dejadlos, son ciegos, guías de ciegos; y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo.
15Pedro entonces tomó la palabra y le dijo: —Explícanos esa parábola.
16Él respondió: —¿También vosotros sois todavía incapaces de entender?
17¿No sabéis que todo lo que entra por la boca pasa al vientre y luego se echa en la cloaca?
18Por el contrario, lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que hace impuro al hombre.
19Porque del corazón proceden los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios y las blasfemias.
20Estas cosas son las que hacen al hombre impuro; pero comer sin lavarse las manos no hace impuro al hombre.
21Después que Jesús salió de allí, se retiró a la región de Tiro y Sidón.
22En esto una mujer cananea, venida de aquellos contornos, se puso a gritar: —¡Señor, Hijo de David, apiádate de mí! Mi hija está poseída cruelmente por el demonio.
23Pero él no le respondió palabra. Entonces, se le acercaron sus discípulos para rogarle: —Atiéndela y que se vaya, porque viene gritando detrás de nosotros.
24Él respondió: —No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
25Ella, no obstante, se acercó y se postró ante él diciendo: —¡Señor, ayúdame!
26Él le respondió: —No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perrillos.
27Pero ella dijo: —Sí, Señor, pero también los perrillos comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.
28Entonces Jesús le respondió: —¡Mujer, qué grande es tu fe! Que sea como tú quieres. Y su hija quedó sana en aquel instante.
29Y cuando Jesús se marchó de aquel lugar, vino junto al mar de Galilea, subió al monte y se sentó allí.
30Acudió a él mucha gente que traía consigo cojos, ciegos, lisiados, mudos y otros muchos enfermos, y los pusieron a sus pies, y él los curó;
31de tal modo que se maravillaba la multitud viendo hablar a los mudos y restablecerse a los lisiados, andar a los cojos y ver a los ciegos. Y glorificaban al Dios de Israel.
32Jesús llamó a sus discípulos y dijo: —Me da mucha pena la muchedumbre, porque ya llevan tres días conmigo y no tienen qué comer, y no quiero despedirlos en ayunas, no vaya a ser que desfallezcan en el camino.
33Pero le decían los discípulos: —¿De dónde vamos a sacar en un desierto panes suficientes para alimentar a tan gran muchedumbre?
34Jesús les dijo: —¿Cuántos panes tenéis? —Siete y unos pocos pececillos —respondieron ellos. 35Entonces ordenó a la multitud que se acomodase en el suelo.
36Tomó los siete panes y los peces y, después de dar gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la multitud.
37Y comieron todos y quedaron satisfechos. Con los trozos sobrantes recogieron siete espuertas llenas.
38Los que comieron eran cuatro mil hombres sin contar mujeres y niños. 39Después de despedir a la muchedumbre, subió a la barca y se fue a los confines de Magadán.

[2]

Localización y cronología

La mayor parte de los acontecimientos registrados en este capítulo tuvieron lugar en Galilea. El versículo 1 se refiere a escribas y fariseos venidos de Jerusalén. El orden de las palabras es "escribas y fariseos" en el Textus Receptus, pero "fariseos y escribas" en la edición crítica de Westcott y Hort.[3]​ El teólogo Johann Bengel señala que, por tanto, estos acontecimientos no pudieron tener lugar en la época de la Pascua.[4]​.

La curación de la hija de la mujer sirofenicia,que está descrita en los Versículos 21 a 28]] se refieren a un viaje a la región de Tiro y Sidón, después de la cual Jesús regresó a Galilea y 'bordeó' o caminó junto al Mar de Galilea hasta una montaña en la orilla oriental del lago.[5]​ Harold H. Buls señala que "en este momento de la vida de Jesús", éste se encuentra "a menos de un año de su sufrimiento y muerte".[6]​.

Al final del capítulo, versículo 39, "subió a la barca y llegó a la región de Magdala" o Magadán.[7]​ Según E. H. Plumptre en el Comentario del obispo anglicano Charles Ellicott, "los mejores [manuscritos] dan la lectura Magadan.[8]​ La King James Version traduce este texto como "las costas de Magdala".[9]​ Heinrich Ewald piensa que la referencia puede ser a Megiddo, pero Heinrich Meyer critica esta opinión porque Megiddo está "demasiado lejos tierra adentro". [10]​ El pasaje paralelo en el Evangelio de Marcos[11]​ da (en la mayoría de los manuscritos) un nombre de lugar bastante diferente, Dalmanuta, aunque un grupo de manuscritos dan o bien Magdala o Magadan, posiblemente a través de la asimilación con el texto Matthean. [12]​.

Comentarios

Los dos primeros evangelios narran este episodio que fue tan trascendente en la conducta de los primeros cristianos respecto de las leyes de los escribas y fariseos. Jesús explica que en muchos casos tales tradiciones han llegado a anular el mandato de Dios; por tanto, en esos casos no deben seguirse. Jesús proclama el verdadero sentido de los preceptos morales. El error de algunos escribas escribas consistía en poner la atención exclusivamente en lo externo y abandonar la pureza interior o del corazón. Igual sucedía con otras prescripciones:

En el evangelio el Señor declara el mandamiento de la Ley: Honra a tu padre y a tu madre, que ha de entenderse no en el sonido de las palabras, que pueden, con una vana adulación, burlar la indigencia de los padres. [13][14]

Versículo 16

Entonces dijo: "¿También vosotros seguís sin entendimiento?" (New Revised Standard Version) [15]
Entonces Jesús dijo: "¿También vosotros seguís sin entendimiento?" (Nueva Biblia del rey Jacobo) [16]

Meyer sugiere que la palabra "Jesús" es probablemente un añadido.[10]

Versículo 19

Los dos últimos preceptos del Decálogo inciden en este mismo asunto: la lucha sincera contra los pecados internos —los malos pensamientos, los odios, los rencores, los deseos impuros, etc.— es necesaria para tener una conciencia recta y para que esas faltas no degeneren en pecados externos. El pasaje recuerda la sexta bienaventuranza, que invita a la limpieza de corazón para ver a Dios:

Los “corazones limpios” designan a los que han ajustado su inteligencia y su voluntad a las exigencias exigencias de la santidad de Dios, principalmente en tres dominios: la caridad, la castidad o rectitud sexual, el amor de la verdad y la ortodoxia de la fe.[17][18]

Versículos 21-28

Tiro y Sidón son dos ciudades fenicias, en la costa del Mediterráneo, que en la actualidad pertenecen al Líbano. Nunca formaron parte de Galilea, pero se encuentran cerca de su frontera noroeste. Por eso, en tiempos de Jesús caían fuera de los dominios de Herodes Antipas. Allí se retiró Jesús para evitar la persecución de éste y de los judíos, y atender de modo más intenso a la formación de sus Apóstoles. En la región de Tiro y Sidón la mayoría de los habitantes eran paganos. San Mateo llama a esta mujer «cananea» ya que según el Génesis [19]​ esta zona fue una de las primeras colonias de los cananeos; Marcos la llama «sirofenicia». Ambos evangelios resaltan su condición de pagana, con lo que adquiere mayor relieve su fe en Jesús. Pero esta gran fe se compone de actos puntuales y audaces: la mujer pide aunque parezca inoportuna, insiste aunque se tenga por indigna, persevera ante las dificultades y al fin logra lo que quiere.

Vemos muchas veces que el Señor no nos concede enseguida lo que pedimos; esto lo hace para que lo deseemos con más ardor, o para que apreciemos mejor lo que vale. Tal retraso no es una negativa sino una prueba que nos dispone a recibir más abundantemente lo que pedimos. [20][21]

Versículos29-31

Los evangelistas recogen en varias ocasiones, a modo de resumen, las curaciones de Jesús con las que se cumplía lo anunciado por el profeta Isaías para los tiempos mesiánicos: «Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos. Entonces el cojo saltará como un ciervo y la lengua del mudo gritará de júbilo»[22][23]

Versículos 32-29

Los milagros de Jesús, además de ser hechos reales, tienen carácter de signos de las realidades sobrenaturales:

Acerca de los milagros, después de admirar su grandeza, nos queda por sondear su profundidad. No debemos quedarnos en la superficie, sino que debemos penetrar en su interior, de modo que, lo que vemos y lo que admiramos, lo leamos y lo entendamos [24]

En este caso, la sobreabundancia del alimento corporal significa la magnitud de los dones divinos, especialmente de la Eucaristía. La ayuda de los discípulos señala la mediación de los ministros de la Iglesia:

Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para alimentar la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía.[25][26]

Véase también

Referencias

  1. Reflejando las divisiones seccionales de la Nueva Biblia del rey Jacobo
  2. Facultad de Teología. Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (pp. 3106-3110). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.
  3. 15:1: WHNU
  4. Gnomon de Bengel sobre el Nuevo Testamento] en Mateo 15, consultado el 23 de enero de 2017
  5. 15:29: Biblia Amplificada
  6. Buls, H. H., La fe de la mujer cananea, adaptado de Exegetical Notes, Series A Matthew-John Sundays After Pentecost Gospel Texts, por Harold H. Buls, Concordia Theological Seminary Press: Ft Wayne IN, 1981, consultado el 2 de diciembre de 2022
  7. 15:39
  8. Plumptre, E. H., Ellicott's Commentary for Modern Readers sobre Mateo 15, consultado el 23 de enero de 2017
  9. Mateo: KJV
  10. a b Meyer, H. A. W., Meyer's NT Commentary on Matthew 15, accessed 12 September 2019
  11. 8:10
  12. Throckmorton, B. H. (1992), Gospel Parallels, 5ª edn. Nashville TN: Thomas Nelson, p. 96
  13. Jerónimo, Epistulae 123,5
  14. Facultad de Teología. Comentarios a la Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (p. 9141). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.
  15. 15:16
  16. 15:16: RVR
  17. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2518
  18. Facultad de Teología. Comentarios a la Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (pp. 9141-9142). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.
  19. Libro del Génesis:10,15
  20. Juan María Vianney, Sermón sobre la oración
  21. Facultad de Teología. Comentarios a la Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (p. 9143). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.
  22. Libro de Isaías 35,5-6
  23. Facultad de Teología. Comentarios a la Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (p. 9144). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.
  24. Agustín de Hipona, In Ioannis Evangelium 24,2
  25. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1335
  26. Facultad de Teología. Comentarios a la Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition) (p. 9145). EUNSA Ediciones Universidad de Navarra.

Enlaces externos

  • KJV King James Bible - Wikisource
  • English Translation with Parallel Latin Vulgate
  • Online Bible at GospelHall.org (ESV, KJV, Darby, American Standard Version, Bible in Basic English)
  • Multiple bible versions at Bible Gateway (NKJV, NIV, NRSV etc.)

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